Los principales problemas a la hora de aprender a tocar el violín

Querer aprender a tocar el violín es una decisión que, muchas veces, se toma con el corazón. Casi siempre es debido a que el sonido de ese instrumento no hace sentir mucho más, tanto física como mentalmente. El problema es que, durante el aprendizaje, hay obstáculos que a veces frenan esa carrera. 

¿Quieres saber cuáles son los más comunes? ¿Y cómo salir adelante de ellos? Entonces échale un vistazo a esto.

Los mayores problemas a los que te enfrentas al aprender a tocar el violín

Si quieres tocar el violín, o ya lo estás haciendo pero te has quedado bloqueado, y no quieres avanzar, es posible que sea porque tienes algunos de los siguientes problemas: 

  • Falta de motivación. Ocurre cuando el avance que llevas no es el que tú esperabas (seguramente porque vas más lento) y eso hace que tu motivación se desvanezca. Pero si utilizas objetivos a corto plazo y celebras cada logro que consigues la mantendrás alta. 
  • Te frustra la técnica. Puede pasar cuando la técnica que has escogido es difícil de dominar, y requiere mucho tiempo y esfuerzo. Pero, de nuevo, si te la tomas por partes, estableciendo pequeños logros, irás viendo avances que te ayudan a mantener ese ánimo y a conseguir llegar hasta el final. 
  • Falta de tiempo para practicar. Esto es algo habitual, y se necesita ese tiempo para poder avanzar. Por eso, lo mejor es establecer un horario para aprender a tocar el violín y cumplirlo siempre. 
  • Problemas de postura y ergonomía. Saber colocar bien el violín, mantener tu postura y sobre todo que esta te permita aguantarla un tiempo de manera cómoda y relajada es lo mejor. Por eso, intenta tener a mano los accesorios disponibles para el violín y apoyarte en tu tutor para saber cuál es la mejor postura. 
  • Comparaciones. Con otros estudiantes, alumnos… Cada uno tiene su ritmo y habilidades, y hay que intentar no compararse sino centrarse en uno mismo.
  • Miedo a tocar en público. Es algo que puede aterrar, pero una vez se hace, no es difícil salir airoso de esos momentos. Aun cuando estés muerto de miedo, la confianza que tengas en tu violín y en tu habilidad te pueden calmar. 

Recuerda que todos estos obstáculos se pueden superar. Sobre todo si tienes a un profesor con el que das clases de violín. ¿Te interesa uno?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *